lunes, 30 de abril de 2012

Escupa.


Usted no sabe cómo es cuando alguien se muere…

Ni el olor de los hospitales de noche,

Ni el de las sábanas sudadas de los enfermos.

No conoce el miedo de los días interminables,

Ni se acostumbró a contar molduras en el techo

Los días de fiebre cuando todo sucede fuera.

Ni miró los ojos de la madre cuando ya sabía que no volvería más,

Ni arropó la fiebre de un niño asustado porque todo era un túnel.

Ni cantó canciones de cuna a un anciano para que se durmiera.



Usted sólo escupe decretos como disparos.

Usted solo escupe miseria con sus manos.

Firmando.

Pero un día usted se pondrá enfermo:

Y tendrá miedo.

Un miedo oscuro, un miedo negro, sombrío, atenazado;

Le dirán que no tiene solución y un sudor frío le cubrirá los ojos:

Porque se le acostará la muerte al lado para recordarle

Mientras se lo lleva, que usted firmó los decretos, las leyes,

Las ordenanzas; esas que ahora le impiden morirse dormido.




sábado, 14 de abril de 2012

Ni la paz ni la palabra.


Un rey caza y  se rompe la cadera en este abril roto;

Mientras aplauden las crónicas devaneos en rosa,

Y se torna la lluvia agria en los cartones donde nunca caminan

Salvo las pisadas pobres que no salen en los periódicos.



Pero usted no diga nada, nunca diga nada, amordace

El desaliento de este gris indiferente a las mantas

Que no arropan al rumano que pide en su esquina

Esquinero de la miseria y el olvido bajo el agua.



Escriba sobre Perú, sobre Bolivia, sobre Somalia;

Los réditos de la compasión a distancia tienen dividendos;

Nunca nos comprometen salvo a terminar bien el poema;

Mientras un rey se divierte y el rumano se arrebuja.



El sábado así podrá deslizarse en paz con su conciencia;

Sin mirar al lado ni una sola vez; decentemente situado

En la neutralidad del poema comprometido con el abstracto;

Mientras se tapa la boca para no vomitar el mal olor

Que hay en su propia calle; como una huella indeleble.




viernes, 6 de abril de 2012

Crítica futura.


Llevo días pensando qué se dirá dentro de cien años-si se llega- de nuestra época. Cómo la calificarán los historiadores, los políticos, qué pensarán de nuestro arte, de nuestra cultura, de nuestra vida en sociedad. Cómo catalogarán nuestras costumbres, nuestras formas de asociarnos, nuestras estructuras económicas.